El historiador Henríquez de Jorquera en sus “Anales de Granada atribuye la fundación del pueblo a los árabes del siglo VIII y IX, aunque antes había un asentamiento de época hispano-visigoda y se cree que ya existía en tiempos romanos bajo el nombre de Pinienllus.
Desde el siglo XVI ha ido cambiando varias veces de nombre, en 1574 aparece como Pinillos de la Sierra, en 1642 como Pinillos del Genil, nombre que mantendrá hasta 1810, cuando aparece definitivamente con el nombre de Pinos Genil.
Posee una orografía muy complicada al encontrarse en el valle estrecho que forman el Cerro de la Cruz y el Cerro de Don Luis, con el río Genil dividiendo su núcleo urbano, lo que le confiere unas condiciones climáticas peculiares y una belleza singular.
Su término municipal limita con Cenes de la Vega, Granada, Dúdar, Güéjar Sierra y Monachil. Por él discurren el río Genil y su afluente el Aguas Blancas. Tiene dos núcleos diferenciados, el casco urbano propiamente dicho y los Pinillos, una barriada separada del pueblo unos 3 kms.
El gentilicio de sus habitantes es pinero y pinera. Y su mote cariñoso es rano y rana.
Pinos Genil cuenta con una situación privilegiada entre Granada y Sierra Nevada, al encontrarse a tan solo 9 kms. de la capital granadina y a 23 kms. de la estación de esquí de Pradollano, con cuya historia siempre ha estado estrechamente ligada.
Sierra Nevada hasta entrado el siglo XX nunca había sido un centro de atracción para la práctica del esquí, a pesar de que ya a finales del siglo XIX, el escritor granadino Ángel Ganivet, cónsul de España en Helsinki, reconocía que presentaba unas óptimas posibilidades para el deporte de nieve en las cumbres de Granada.
Será en 1929 cuando la Sociedad Sierra Nevada, tercer club más antiguo de España y pionero en Andalucía, construye en la Hoya de la Mora, el primer albergue en el macizo montañoso granadino.
Es a partir de los años veinte cuando recibe un gran el impulso de la mano del Duque de San Pedro de Galatino con la construcción de la carretera Granada-Sierra Nevada y del tranvía de Sierra Nevada.
Los avatares de la historia hicieron que el desarrollo del turismo de nieve en Sierra Nevada cambiara su proyecto inicial, que planteaba la ubicación de las zonas esquiables en los llanos de Otero y la Hoya de la Mora, a las cuales se accedería en tranvía desde Granada hasta el Barranco de San Juan (Güéjar Sierra) y desde aquí en teleférico hasta la zona de los albergues, por el de localizar la estación de esquí en Pradollano y apostar por el acceso a la misma a través de la carretera de Sierra Nevada.
Tanto el tranvía de Sierra Nevada, que contaba con una estación en Pinos Genil, como la carretera, que pasaba por el mismo pueblo, repercutieron en el desarrollo económico del municipio, por lo que no se puede entender la historia de Pinos Genil sin Sierra Nevada y los proyectos del Duque de San Pedro de Galatino.